Sergio Corruchaga

Puedes encontrarme programando código o depurando errores, mi verdadero motor, pero tengo otra pasión de más de 20 años por entender las complejidades del ser humano y de la sociedad. Este blog es la confluencia de dos mundos aparentemente opuestos: la lógica estructurada de la programación y el vasto y a menudo caótico universo de la política.

Mi camino comenzó en la filosofía, con una especialización que me sumergió durante más de dos décadas en el estudio de la política y la psicología. Esta formación no es solo una base teórica; es una lente a través de la cual observo cada acontecimiento. Me ha enseñado a no quedarme en la superficie, a buscar las motivaciones profundas, a conectar los hechos actuales con los grandes debates de la historia y a comprender que detrás de cada titular hay una compleja red de ideas, emociones y estructuras de poder.

Quizás te sorprenda que alguien con esta trayectoria se haya titulado recientemente como Técnico Superior en Desarrollo de Aplicaciones Multiplataforma. Pero la verdad es que ambas disciplinas se complementan a la perfección. La tecnología me ha brindado una metodología para desglosar problemas, para buscar patrones y para construir soluciones. Es una herramienta poderosa que aplico a mi análisis político diario: identificar fallos en el sistema, entender las consecuencias de cada “línea de código” (ley o decisión), y buscar una lógica donde a menudo parece no haberla.

Mi objetivo en este espacio es ofrecerte un análisis riguroso, que vaya más allá del ruido mediático. Quiero que cada entrada sea una pieza de un rompecabezas más grande, en la que se entrelazan la historia, el derecho, la economía, la ciencia, y, por supuesto, la filosofía. Con mis blogs, busco crear un espacio donde el conocimiento se comparta con honestidad y profesionalidad, pero sin perder la naturalidad y el toque humano.

En un mundo saturado de información, mi misión es simple pero ambiciosa: ofrecer un faro de conocimiento útil y de calidad, construido con dedicación, una visión de futuro y ese humor ágil que nos ayuda a navegar las aguas de la actualidad.

Gracias por acompañarme en este viaje.